Los ecosistemas marinos de Zanzíbar enfrentan amenazas como la degradación de arrecifes y la sobrepesca. Para mitigar estos impactos, junto a Cercarbono, implementamos un modelo de conservación basado en créditos de biodiversidad, conectando la protección ambiental con financiamiento sostenible.
Un enfoque innovador
El modelo permite valorar económicamente los esfuerzos de conservación, atrayendo inversión para la restauración de hábitats como arrecifes y manglares. Con el respaldo de estándares rigurosos, garantizamos transparencia y confianza a los inversionistas.
Conectando capital con la naturaleza
Los créditos de biodiversidad ofrecen una oportunidad para canalizar recursos hacia la protección de ecosistemas clave. Con este proyecto, demostramos que la conservación y las finanzas pueden integrarse para generar impacto positivo.
En Campo Capital, apostamos por soluciones innovadoras para la sostenibilidad, combinando inversión y conservación en beneficio del planeta.
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